Cuando todo parece estar estable siempre aparece una corriente marina inesperada
Atrévete...resuelve el acertijo II
No tuve piedad de aquella que rompió sus votos, no la añoro al mirarla cada noche junto a la Estrella Polar. Jamás la mácula tocó mi piel curtida de zarzas y de bosques, quien se atrevió a mirarme obtuvo justo castigo de sus vasallos. Yo estaba presente cuando el cazador gigante y su fiel Sirio se immortalizaron en el cielo. Si lo amé o lo odié quedará en el silencio. Dicen que besába los párpados dormidos de Endymion, más no fui yo, como mucho fué la más luminosa de mis tres caras. ¿Cual es mi nombre?
Comentarios
Lo bueno de lo inesperado es la sorpresa que nos puede traer.
Besos.