adoraba aquella libreria en Notredame...

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo. Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "ies" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Pablo Neruda


Y si eres feliz en sueños eso cuenta? Preguntaba Rahel en El Dios de las Pequeñas Cosas. Eh, cuenta?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Todos morimos, mi querida amiga. La rapidez de nuestra muerte no depende de nosotros, pero sí la intensidad con que la vida deja paso al tiempo.
Y claro. Visto así ¿cómo no va a contar la felicidad de nuestros sueños?

Un montón de besos.
Pedro M. Martínez ha dicho que…
A mí me desilusionó la primera vez que entré.
Y la segunda.
Por eso ya no entro.
Prefiero una librería que está en Montmartre.
O los cuba libres que ponen en Guillotine (justo a la vuelta de esa librería que te gusta)
Saludos.

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