Perspectivas
Aún no he comprado los billetes, ni hemos encontrado el apartamento.
Pero Edimburgo comienza a dibujarse cada vez más solidamente contra esa linea incierta del futuro, y yo comienzo a sentir ese cosquilleo particular que precede al viaje en la punta de las alas. Y un poco más adentro, esa otra vibración sobre la que no hablo, la que provoca el vértigo: la otra aventura. La otra aventura que no está relacionada con hablar otros idiomas y recorrer otras ciudades; sino con exponer el alma a la rutina. Decidir qué lado de la cama y del armario, entablar batalla por cocinar verdura para cenar y también para no comer salchichas con puré cada dos días. La perspectiva de alternar abrazos y turnos de limpieza, y no morir en el intento.
Pero que ganas tengo
Pero Edimburgo comienza a dibujarse cada vez más solidamente contra esa linea incierta del futuro, y yo comienzo a sentir ese cosquilleo particular que precede al viaje en la punta de las alas. Y un poco más adentro, esa otra vibración sobre la que no hablo, la que provoca el vértigo: la otra aventura. La otra aventura que no está relacionada con hablar otros idiomas y recorrer otras ciudades; sino con exponer el alma a la rutina. Decidir qué lado de la cama y del armario, entablar batalla por cocinar verdura para cenar y también para no comer salchichas con puré cada dos días. La perspectiva de alternar abrazos y turnos de limpieza, y no morir en el intento.
Pero que ganas tengo
Comentarios
Besos
Por la ciudad y por todo lo que conlleva.
A mí, por ejemplo, me sabe al brezo de los Highlands escoceses desde los que llegué.
Besos.
Mejor perspectiva.
Bueno, perdona la garrulada. Y acéptame un abrazo de enhorabuena y de ánimo, valiente. Edimburgo está muy bien, las noches son más largas. Y el elexir que se gastan por ahí es mucho más saludable que el tequila.
Que tu viaje esté lleno de ventura. Y que no acabe nunca.
Venga. Otro abrazo. ¡Ais!
Jejeje, perdona la txapa, amo escocia...