el tiempo de ulises
Cuantas semanas o meses tardó en comprender la dimensión exacta de añorar un hogar de hacía veinte años. Cuanto tardó en darse cuenta que se puede regresar a un lugar, pero no a una época.
Ulises se encuentra por fin en su patria. Pero cuando habla de guerras y de naufragios, su gente le entiende igual de poco que los extranjeros de extrañas lenguas. Sus piernas no saben caminar sobre un suelo firme, acostumbradas al poder del mar.
Ulises tiene más del doble de años que con los que partió. Cuando por la noche se recuesta al lado de Penélope, puede contar los insomnios en cada sonrisa que recordó. En cada noche que evocó la calidez de sus brazos, en la alegría de una muchacha que arrasaba con todo.
Ahora se tumba al lado de una desconocida fiel a un recuerdo, a un hombre que desaparecio en el mar. Penelope le mira y calla. A ella también la han robado, tras veinte años de lealtad inamovible, le cuesta volver a ese hombre curtido en la guerra y el el mar. Un barco se llevó al joven Ulises, y Penélope no es capaz de dejar de esperarlo.
Cuanto tiempo hace falta para dejar de sentirse extranjero en la propia patria.
Cuantos meses para reconocer al niño que fue Telémaco en ese hombre extraño.
Cuantas noches para olvidar los casuales brazos de Circe.
La pregunta es cuando se dará cuenta Ulises que su única patria es el camino hacia Itaca.
Imagen: "Circe", Edward Burne-Jones
Comentarios
Cosas así. Que un día hicimos nuestras.
Quizás nada se encuentre de lo que soñó como lo soñó.
Pero algún día descubrirá que Troya y la Odisea fueron un paréntesis tan sólo.´
Y que todos los caminos tienen origen y destino.
Muchos besos.