bofetadas y conexiones inesperadas
Vení a dormir conmigo esta noche.
No haremos el amor.
Él nos hará
J. Cortazar
Me he despertado con esa cita invadiendo mi mente sin pudicia.
Cuando no somos sujetos de la acción, si no árboles inesperados con los que tropezar.
La cuestión es querer probar las gafas que otros se ponen para mirarnos.
Y me he acordado de esta lupa peculiar.
"Hey,
apuesto a que ya estás en Madrid, como es volver a casa, como va la vida, como estás, etc. Te contaría una historia pero ahora estoy muy cansado, después de beber la mayor parte de la noche. Oh, that’s a tease.
Ok, bien el meollo de la historia es que Paul y su novia estaban jugando a juegos humanos de poder, y Paul dijo algo gilipollas, como “cállate” y entonces su novia le dio una bofetada. Duro. Fue de verdad podidamente intenso y yo no respondo bien a la violencia. Así que hice lo mejor que pude para calmarlos y todo eso, pero yo todavía estaba muy crispado. Sencillamente ella le había dado una bofetada en plena cara, muy fuerte. Tuve que pararme y decirme a mí mismo, coge aire. Oh, jeez, todavía lo estoy haciendo. Pero ella pidió perdón, lo que fue momentáneamente bueno.
De todas formas, lo más esencial de este email es que todo eso me ha recordado a ti. Aquella vez en el coche cuando dejaste a la araña recorrer toda tu mano, y aquella otra en tu habitación cuando dejaste que un mosquito te picase en la espalda antes que matarlo. Dibuja las conexiones en mi cabeza."
No haremos el amor.
Él nos hará
J. Cortazar
Me he despertado con esa cita invadiendo mi mente sin pudicia.
Cuando no somos sujetos de la acción, si no árboles inesperados con los que tropezar.
La cuestión es querer probar las gafas que otros se ponen para mirarnos.
Y me he acordado de esta lupa peculiar.
"Hey,
apuesto a que ya estás en Madrid, como es volver a casa, como va la vida, como estás, etc. Te contaría una historia pero ahora estoy muy cansado, después de beber la mayor parte de la noche. Oh, that’s a tease.
Ok, bien el meollo de la historia es que Paul y su novia estaban jugando a juegos humanos de poder, y Paul dijo algo gilipollas, como “cállate” y entonces su novia le dio una bofetada. Duro. Fue de verdad podidamente intenso y yo no respondo bien a la violencia. Así que hice lo mejor que pude para calmarlos y todo eso, pero yo todavía estaba muy crispado. Sencillamente ella le había dado una bofetada en plena cara, muy fuerte. Tuve que pararme y decirme a mí mismo, coge aire. Oh, jeez, todavía lo estoy haciendo. Pero ella pidió perdón, lo que fue momentáneamente bueno.
De todas formas, lo más esencial de este email es que todo eso me ha recordado a ti. Aquella vez en el coche cuando dejaste a la araña recorrer toda tu mano, y aquella otra en tu habitación cuando dejaste que un mosquito te picase en la espalda antes que matarlo. Dibuja las conexiones en mi cabeza."
Comentarios
Lúcida tú: "La cuestión es querer probar las gafas que otros se ponen para mirarnos."
¿Eres de las que miran antes de sentir para sentir mejor?
Un beso.
Siempre respondo.
No sé poner la otra mejilla.
Quizás deba aprender.
¿O es tarde?
Te leí.
Saludos.
Y con ellas, mirar la vida.
Porque es más hermosa.
De otra manera.
Y que si quieres te dejo mis gafas de mirar la vida, que creo que son de la misma marca, y hasta del mismo modelo, solo que deben tener una leve diferencia de dioptrías, o un matiz diferente en los colores, pero que también es hermosa.
De otra manera.
Un abrazo.
De Cortázar, mejor ni hablar...