De latidos, sonrisas y otros insectos.

Hoy me he levantado con una sensación extraña (pero no ajena) galopándome las venas. Subiendo, bajando, alborotándome. Así, sin permisos ni previo aviso. Y no, no es la cafeina.
Sonrío sin motivo mientras paso las facturas. Canturreo sin darme cuenta. Cuando el jefe viene con su imperterrita seriedad a pasarme pedidos, pongo cara de poker para que no se me note. Hay determinada impudicia en esta alegría misteriosa que me está arrasando hoy. Y no sé a que es debido. Me recuerda a una sensación no muy lejana, pero no veo que puede ser lo que la motive.
En realidad, todos estos signos malignos apuntan a esa enfermedad común llamada enamoramiento, pero me temo que ese diagnóstico no coincide. Esta vez los químicos de mi cerebro se han patinado y se han puesto a producir mariposillas sin nada especial que lo motive. Pero e voila, aqui estoy canturreando y sonriendo mientras escribo, como si tuviera un secreto muy importante brillando en un bolsillo.
Además, ultimamente tengo sueños preciosos.

Comentarios

ybris ha dicho que…
¡Cielos!
Alguien alegre, cantarina, sonriente,
con mariposillas y secretos dentro...
Y, encima, sin estar enamorada.
Pues merecías estarlo.

Ven que te abrace.
Edu Solano Lumbreras ha dicho que…
A lo mejor (o peor, no sé) es el espíritu navideño.

Juega a la lotería. A ver qué pasa.
caminante ha dicho que…
"Enfermedad común llamada enamoramiento". También lo creo. El enamoramiento es pasajero, voluble, infirme. No se puede edificar la vida sobre un sentiiento. Hay que pasarlo a amor, que es un acto de voluntad: he decidido quererte porque eres tú. Tal como eres. Para ayudarte a ser mejor.
Pienso que la raíz de tantas deslealtades está aquí.
Un fortísimo abrazo.
¿Por qué hay que buscar el origen?, simplemente disfrútalo!!..., e intenta mantener esa sensación, claro.

Entradas populares de este blog

338 (I)

Atrévete...resuelve el acertijo II

El mundo es fuego (II)