Damas y caballeros, vuelvo enseguida. Mientras tanto, disfruten de la vida... porque inclusoo cuando eres tan solo otro ladrillo en el muro, eso no significa que no puedas ser diferente.
Permíteme que disienta... somos todos ladrillos diferentes... la forma puede repetirse pero no la posición...y en el muro, todos necesarios para sostenernos... La espera de tu voz siempre valdrá la pena.
Lucía se levanta todos los días exactamente a las 7:15. Todos los dias desayuna un cuenco de muesli con media manzana troceada. Tarda entre 5 y 7 minutos, pero no sabe a que es debida esa fluctuación de tiempo. Nunca toma café, té ni alcohol. Lucía tiene un reloj de pulsera marrón, que no le regaló nadie. Ha llegado 4 veces tarde desde que puede recordar. Todas las noches se mete en una cama perfectamente lisa y se duerme en apenas 3 minutos. Si sueña algo o no, no es capaz de recordarlo. A Lucía le gustan las estaciones de tren, los acertijos y contar las cosas que ve, como botones o lápices. No le gustan las flores, ni las frases hechas como "la vida es así" o "no le des más vueltas." Lee novelas de misterio. Las lee, porque incluso cuando ella no es capaz de verlo antes del final, siempre tienen una lógica. Todo encaja. Luego le da igual si el malo recibe o no castigo, mientras que haya sido señalado. Una vez leyó una novela que no se resolvía al final. Directame
No tuve piedad de aquella que rompió sus votos, no la añoro al mirarla cada noche junto a la Estrella Polar. Jamás la mácula tocó mi piel curtida de zarzas y de bosques, quien se atrevió a mirarme obtuvo justo castigo de sus vasallos. Yo estaba presente cuando el cazador gigante y su fiel Sirio se immortalizaron en el cielo. Si lo amé o lo odié quedará en el silencio. Dicen que besába los párpados dormidos de Endymion, más no fui yo, como mucho fué la más luminosa de mis tres caras. ¿Cual es mi nombre?
Nora es una superviviente. No recuerda cuantos días lleva puesta la chamarra verde, ni carajo le importa. Nora piensa que el mundo es vacilón, pero también hermoso. A veces te clavá por la espalda, otras te ofrece la mano, no hay que darle bola, dice, sácale todas las manos que podás, y reite cuando te la esté jugando. Así no más te quedás tranquilo. Nora se mueve y mira como un felino, pero cuando ríe, lo hace con toda la boca. Y lo hace bastante a menudo. Sabe que tiene unas lindas caderas. A Nora no le gustan los que se creen con poder, ni el olor a viejo, ni el sabor a sangre ni las iglesias. Cree que el dulce de leche es un paraíso por sí mismo, y cultiva adicciones sin excesiva meticulosidad. Cuando tenía 17, los pibes de la cuadra la llamaban La doce , como rememoración de su hazaña. Doce fueron los caballitos de tequila que le cupieron entre pecho y espalda, mano a mano contra el hijo del chatarrero. El mundo es fuego, recuerda que decía la viejita de su madre. Nora a veces s
Comentarios
Eres diferente.
Un beso.
Hasta algún día.
Kiss.
Feliz desconexión (temporal?)
La espera de tu voz siempre valdrá la pena.
besos.
Hasta pronto!!
Saludos.
vaya...
besos¡¡
Please.
Porfa.
pero yo también quiero leerte y comentarte.
¡Ánimo!