338 (I)
Lucía se levanta todos los días exactamente a las 7:15. Todos los dias desayuna un cuenco de muesli con media manzana troceada. Tarda entre 5 y 7 minutos, pero no sabe a que es debida esa fluctuación de tiempo. Nunca toma café, té ni alcohol.
Lucía tiene un reloj de pulsera marrón, que no le regaló nadie. Ha llegado 4 veces tarde desde que puede recordar.
Todas las noches se mete en una cama perfectamente lisa y se duerme en apenas 3 minutos. Si sueña algo o no, no es capaz de recordarlo.
A Lucía le gustan las estaciones de tren, los acertijos y contar las cosas que ve, como botones o lápices.
No le gustan las flores, ni las frases hechas como "la vida es así" o "no le des más vueltas."
Lee novelas de misterio. Las lee, porque incluso cuando ella no es capaz de verlo antes del final, siempre tienen una lógica. Todo encaja. Luego le da igual si el malo recibe o no castigo, mientras que haya sido señalado. Una vez leyó una novela que no se resolvía al final. Directamente la tiró al cubo de la basura. Eso no evitó que tuviera pesadillas con un asesino sin rostro durante seis noches.
En la estantería de Lucía, los libros están ordenados por orden alfabético. Es capaz de recordar la posición milimétrica de cada uno de los pocos objetos de su casa.
Lucía no sabe hacer el amor, porque no sabe como ordenarlo.
Cuando no tiene trabajo pendiente, arregla cosas. Desmonta con cuidado las piezas del reloj, del motor, del refrigerador. Detecta el error, lo subsana, y vuelve a montar cada mínima tuerca, cada elemento en su lugar exacto.
En toda su vida solo se ha sentido dos veces en el lugar que le correspondía. Una en el funeral de su madre cuando tenía 14 años. La otra cuando la dejaron a solas, el día de su primera entrevista , en los inmaculados pasillos donde se alineaban, en perfecto orden y angulación, los 9780 contenedores del Archivo donde trabaja.
Lucía tiene un reloj de pulsera marrón, que no le regaló nadie. Ha llegado 4 veces tarde desde que puede recordar.
Todas las noches se mete en una cama perfectamente lisa y se duerme en apenas 3 minutos. Si sueña algo o no, no es capaz de recordarlo.
A Lucía le gustan las estaciones de tren, los acertijos y contar las cosas que ve, como botones o lápices.
No le gustan las flores, ni las frases hechas como "la vida es así" o "no le des más vueltas."
Lee novelas de misterio. Las lee, porque incluso cuando ella no es capaz de verlo antes del final, siempre tienen una lógica. Todo encaja. Luego le da igual si el malo recibe o no castigo, mientras que haya sido señalado. Una vez leyó una novela que no se resolvía al final. Directamente la tiró al cubo de la basura. Eso no evitó que tuviera pesadillas con un asesino sin rostro durante seis noches.
En la estantería de Lucía, los libros están ordenados por orden alfabético. Es capaz de recordar la posición milimétrica de cada uno de los pocos objetos de su casa.
Lucía no sabe hacer el amor, porque no sabe como ordenarlo.
Cuando no tiene trabajo pendiente, arregla cosas. Desmonta con cuidado las piezas del reloj, del motor, del refrigerador. Detecta el error, lo subsana, y vuelve a montar cada mínima tuerca, cada elemento en su lugar exacto.
En toda su vida solo se ha sentido dos veces en el lugar que le correspondía. Una en el funeral de su madre cuando tenía 14 años. La otra cuando la dejaron a solas, el día de su primera entrevista , en los inmaculados pasillos donde se alineaban, en perfecto orden y angulación, los 9780 contenedores del Archivo donde trabaja.
Comentarios
O es que, Lucía, no se corre con nadie. O, simplemente, no se corre.
Bueno, igual se merezca el Premio Nobel de Noséqué; vaya usté a saber. La vida es tan rara.
Oink
Ah, y la vida no es rara. Los raros somos nosotros.
Abrazo
Te necesito para poder poner orden en la acumulación implacable que me impone la impenetrabilidad.
Te envidio por haberte sentido en tu sitio en una o dos ocasiones. Porque yo sólo me he sentido así en una o ninguna.
Díselo.
Y para ti un beso que no te despierte.
"Lucía no sabe hacer el amor, porque no sabe como ordenarlo" --> qué gran frase!!!!
Me encantan este tipo de historias y como las narras, en serio, disfruto con ellas.
Me ha encantado lo de "no sabe hacer el amor, porque no sabe como ordenarlo" pues enamorarse...que es el caos...ya...
besos.
Es un gusto estar aquí.
Mis saludos. Felicidades.
Aun así, da la impresión de que su vida sí que es ordenada, resuelta.
Precioso.
Besos orgiásticos.